Día 2

Hoy despertamos temprano, con tiempo de sobra hasta la hora pactada para salir, hay ganas de moto, y se nota.
El día se presenta genial, el plan es rodar por la 66, y luego hacer la tirada hasta Las Vegas.
Son las 7 de la mañana, y salimos puntuales con muchas ganas de rodar millas.


La primera para del día, es un tanto emotiva, la granja de botellas de Elmer, hace apenas 1 mes que ha fallecido, y sabemos que no se puede visitar, pero hay que parar y verlo desde fuera, recordando y hablando sobre su obra, y su legado.
La buena noticia es que un cartel anuncia su reapertura en breve, esperamos notas con ansiedad, una noticia maravillosa.


Barstow, al lado de la estación de tren, otra reliquia que aún sigue en funcionamiento, con un carisma especial.


Calico, nos da una tregua de descanso, un rato de paz y sombra, un buen momento para hacer unas fotos, beber agua, y charlar.



Decidimos hacer un desayuno-comida a deshora, y así no tener que para luego a comer, a parte de que es complicado encontrar durante el resto de camino un lugar decente.
Los dinerariamente genuinos que siguen funcionando desde los años 50 son una pasada, tienen un ambiente alucinante.



Las largas colas de tren son constantes, impresiona ver esa longitud y magnitud de transporte.


También hemos tenido tiempo para hacernos la foto típica con el símbolo de la carretera, es la foto que define el viaje, la más famosa y conocida.


Escenarios de películas en la ruta 66.



Y después de cruzar el desierto de Mojave en dirección norte, llegamos a Las Vegas, cansados, pero ansiosos de meternos en el ambiente, de sus luces, neones y gentes de todo tipo, sin complejos, en la ciudad del pecado, en la ciudad que nunca duerme.





Mañana más Route 66 Experience, hasta mañana!

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